Sobre mi

Javier Albor
Llevo casi 30 años dedicado a la fotografía. Empecé en esta profesión en 1993, con solo 23 años, en Fotos Eduardo, en la rúa Nova de Abaixo. Allí pasé unos 20 años y fue donde cogí por primera vez una cámara, una Nikon F401. En esa época hacía mucho reportaje social y fue trabajando donde realmente aprendí el oficio.
Aunque siempre me atrajo el mundo de la aviación y soñaba con ser piloto, la miopía me lo impidió. Sin embargo, las alturas nunca me asustaron. Una de las fotos más complicadas que recuerdo fue desde un campanario al que apenas cabía subir… pero lo conseguí. Fue en Bembibre (Val do Dubra), me la pidió el novio, que además era amigo mío.
Entre las experiencias más arriesgadas que viví con la cámara en mano, destaca una imagen que tomé de las vistas de Santiago desde la noria más alta de España cuando llegó a la ciudad. Aquello se movía muchísimo, pero valió la pena por el resultado.
Me muevo por aire y tierra —me queda pendiente el mar— y en todos estos años detrás del objetivo me ha tocado hacer fotos de lo más insólitas. Incluso el reportaje social puede convertirse, a veces, en una auténtica profesión de riesgo.

mi estudio de fotografía
Estoy deseando acompañaros en un día tan especial. Mi objetivo es capturar los momentos más importantes de forma natural, sin intervenir demasiado y evitando los posados artificiales. Además, cuento con un dron para conseguir espectaculares tomas aéreas que darán un toque único a vuestro reportaje. Estoy seguro de que estaréis deseando compartir esas imágenes con vuestros amigos y familiares.
Cuento con más de veinte años de experiencia en el mundo de la imagen. Esa trayectoria me permite ofreceros un servicio exclusivo, cuidado y con un estilo propio que, estoy seguro, os encantará.